11 mayo, 2009

EL PAPA RESPONDE A LAS PREGUNTAS DE LOS PERIODISTAS

Mensaje enviado por Javier del Ángel, acompañado de este breve comentario:
“Aprovecho la ocasión para pasarte la nota de la entrevista aérea que dio Benedicto XVI en su más reciente viaje a Jordania. Checa nada más el cinismo de lo que está subrayado en negritas”.

EL PAPA RESPONDE A LAS PREGUNTAS DE LOS PERIODISTAS

CIUDAD DEL VATICANO, 8 MAY 2009 (VIS).-Esta mañana, durante el vuelo Roma-Jordania, Benedicto XVI ofreció una breve entrevista a los periodistas que le acompañan en su peregrinación apostólica a Tierra Santa. Esta es la trascripción de las preguntas y respuestas.

-“Santidad, este viaje tiene lugar en un periodo muy delicado para Oriente Medio: hay fuertes tensiones -con ocasión de la crisis de Gaza, se había pensado incluso en que usted hubiera renunciado a hacerlo. Al mismo tiempo, pocos días después de su viaje, los principales responsables políticos de Israel y de la Autoridad palestina se encontrarán con el presidente Obama. ¿Piensa que podrá aportar una contribución al proceso de paz que ahora parece estancado?”.

-Benedicto XVI: “Ciertamente intento contribuir a la paz no como individuo, sino en nombre de la Iglesia católica, de la Santa Sede. Nosotros no somos un poder político, sino una fuerza espiritual y esta fuerza espiritual es una realidad que puede contribuir al progreso del proceso de paz. Veo tres niveles. El primero: como creyentes, estamos convencidos de que la oración es una verdadera fuerza. Abre el mundo a Dios: estamos convencidos de que Dios escucha y de que puede actuar en la historia. Pienso que si millones de personas, de creyentes, rezan, es realmente una fuerza que influye y puede contribuir al progreso de la paz. El segundo nivel: intentamos ayudar en la formación de las conciencias. La conciencia es la capacidad del hombre de percibir la verdad, pero esta capacidad está a menudo obstaculizada por intereses particulares. Y liberar de estos intereses, abrir más a la verdad, a los verdaderos valores, es una gran tarea: la Iglesia tiene el deber de ayudar a conocer los verdaderos criterios, los verdaderos valores, y liberarnos de intereses particulares. Y así, el tercer nivel, interpelamos también a la razón: precisamente porque no somos parte política, podemos quizá más fácilmente, también a la luz de la fe, ver los verdaderos criterios, ayudar a entender lo que contribuye a la paz y hablar a la razón, apoyar las posturas realmente razonables. Y esto lo hemos hecho ya y queremos hacerlo ahora y en el futuro”.

-“Gracias Santidad. La segunda pregunta. Usted, como teólogo, ha reflexionado en particular sobre la raíz única que une a cristianos y judíos. ¿Cómo es posible que, a pesar de los esfuerzos de diálogo, se produzcan a menudo ocasiones de malentendidos? ¿Cómo ve el futuro del diálogo entre las dos comunidades?”.

-Benedicto XVI: “Lo importante es que en realidad tenemos la misma raíz, los mismos Libros del Antiguo Testamento, que son -tanto para los judíos como para nosotros- Libro de la Revelación. Pero naturalmente, tras dos mil años de historias distintas, es más, separadas, no hay que sorprenderse por el hecho de haya malentendidos, porque se han formado tradiciones de interpretación, de lenguaje, de pensamiento muy distintas, por así decirlo, un “cosmos semántico” muy distinto, de modo que las mismas palabras en ambas partes significan cosas distintas; y con este uso de palabras que, en el curso de la historia han asumido significados diversos, nacen obviamente malentendidos. Debemos hacer todo lo posible para aprender uno el lenguaje del otro, y me parece que hacemos grandes progresos. Hoy tenemos la posibilidad de que los jóvenes, los futuros profesores de teología, puedan estudiar en Jerusalén, en la Universidad hebrea, y los judíos tienen contactos académicos con nosotros: de este modo hay un encuentro de estos “cosmos semánticos” distintos. Aprendemos mutuamente y avanzamos por el camino del verdadero diálogo, aprendemos uno del otro y estoy seguro y convencido de que hacemos progresos. Y esto ayudará también a la paz, es más, al amor recíproco”.

-“Santidad, este viaje tiene dos dimensiones esenciales de diálogo interreligioso, con el Islam y con el judaísmo. ¿Son dos direcciones completamente separadas entre sí, o habrá también un mensaje común concerniente a las tres religiones que hacen referencia a Abraham?”.

-Benedicto XVI: “Ciertamente existe también un mensaje común y tendremos ocasión de subrayarlo; a pesar de la diversidad de nuestros orígenes, tenemos raíces comunes, porque, como he dicho ya , el cristianismo nace del Antiguo Testamento y la Escritura del Nuevo Testamento no existiría sin el Antiguo, porque se refiere constantemente a la “Escritura “, es decir, al Antiguo Testamento. Por otra parte, el Islam ha nacido en un ambiente donde estaban presentes tanto el judaísmo como las diversas ramas del cristianismo (…) y todas estas circunstancias se reflejan en la tradición coránica. De modo que tenemos mucho en común desde los orígenes además de la fe en un único Dios. Por eso es importante tener, por una parte diálogos bilaterales -con los judíos y con el Islam – y luego, además, un diálogo trilateral (…) es importantísimo para la paz y también para vivir bien la propia religión”.

-“Una última pregunta. Santidad, usted ha aludido a menudo al problema de la disminución de los cristianos en Oriente Medio y también en particular en Tierra Santa. Es un fenómeno con diversas causas de carácter político, económico y social. ¿Qué se puede hacer concretamente para ayudar a la presencia cristiana en la región? ¿Qué contribución espera dar con su viaje? ¿Hay esperanza para estos cristianos en el futuro? ¿Tendrá un mensaje particular también para los cristianos de Gaza que vendrán a encontrarle en Belén?”.

-Benedicto XVI: “Ciertamente hay esperanzas, porque ahora es un momento (…) difícil, pero también un momento de esperanza, de un nuevo comienzo, de un nuevo impulso en el camino hacia la paz. Sobre todo queremos alentar a los cristianos en Tierra Santa y en todo el Oriente Medio a quedarse, a aportar su contribución en sus países de origen: son un componente importante de la cultura y de la vida de estas regiones. En concreto la Iglesia, además de palabras de aliento, de la oración común, tiene escuelas y hospitales. En este sentido tenemos la presencia de realidades muy concretas. Nuestras escuelas forman a una generación que tendrá la posibilidad de estar presente en la vida pública, (…) donde se forma una élite cristiana que está preparada precisamente para trabajar por la paz (…) Además hay muchas asociaciones cristianas que ayudan de diversos modos a los cristianos y con ayudas concretas les animan a que se queden. Por eso, espero que los cristianos encuentre el valor, la humildad, la paciencia de quedarse en estos países y de ofrecerles su contribución para el futuro”.

PV-JORDANIA/ENTREVISTA AVION/… VIS 090509 (1100)

Mensaje remitido por Javier Del Ángel De los Santos, E-mails: javierdelangel@me.com y javier.delangel@yahoo.com

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